Tras el período de sequía continuada que ha padecido toda la zona centro peninsular, de la que no se ha librado Las Navas, y especialmente agudizada en el invierno y primavera de 2019, se ha producido un decaimiento general del arbolado, con incidencia de la plaga de un pequeño coleóptero conocido como barrenillo del pino (Ips sexdentatus).
Estos pequeños escarabajos desarrollan gran parte de su ciclo de vida en los árboles, y esta especie en concreto tiene preferencia por el pino negral o resinero (Pinus pinaster). Los imagos (escarabajos adultos) vuelan durante los meses de primavera y verano buscando árboles debilitados, en los que entran haciendo un pequeño agujero en la corteza, hasta llegar a la zona del cambium (parte viva de la madera por donde circula la savia). En ese punto comienzan a desarrollar una galería, con diversas ramificaciones, en las que al final de las mismas depositan los huevos, que pasarán el invierno en el árbol y se desarrollarán durante la primavera siguiente, emergiendo como nuevos escarabajos adultos para reanudar el ciclo.
Cuando las condiciones ambientales son adecuadas, y si los árboles están debilitados y no son capaces de producir resina, gran cantidad de estos insectos, que en condiciones normales muchos de ellos morirían atrapados por la resina, atacan un mismo árbol que, como consecuencia de las galerías, queda “anillado” y sin posibilidad de mover savia hacia la copa, muriendo en pocos días.
Diversas zonas del Monte de Las Navas del Marqués, el Llano de San Miguel, La Corvera, Quemá, Robledillo y el Jondón, han resultado particularmente afectadas por el ataque del coleóptero, lo que ha propiciado que al menos 2000 pinos se hayan secado completamente, siendo la incidencia menor en otras ubicaciones.
Para poder frenar la expansión de esta plaga, se requiere una intervención urgente de saneamiento de la masa forestal, y para ello debe extraerse la madera afectada de la forma más rápida posible, de manera que se elimine la posibilidad de existencia de una próxima generación en primavera, que puede llegar a afectar a la totalidad del monte.
Por este motivo de urgencia y cantidad de árboles afectados, ha sido necesaria la contratación de una empresa rematante de maderas, para la venta de los pinos secos y proceder a la retirada del arbolado, antes de que la citada plaga continúe su expansión. Durante todo el mes de noviembre se están desarrollando los trabajos de corta y extracción de la madera de las superficies afectadas, que deben quedar saneadas antes de finales de año.
Lamentablemente, muchos de los pinos que se han secado en la zona del Valle de San Miguel, son pinos centenarios de gran valor, además de afectar a otras zonas en producción de resina, por lo que deberá valorarse la necesidad de plantación de arbolado en alguna de las zonas afectadas.
Es de esperar que aún continúen secándose algunos pinos ya afectados, además de que en los pinares afectados de montes vecinos, si no se toman las medidas oportunas, pueden suponer focos que se propaguen a nuestros montes. Por todo ello, en la próxima primavera se deberá vigilar bien la superficie afectada, con el fin de detectar nuevos focos y actuar en consecuencia.